Con el exuberante y colorido Gay Pride a través de los canales de Amsterdam concluyó este fin de semana la semana del orgullo gay. La celebración del compromiso por la igualdad para gays, lesbianas, bisexuales y la transexuales. El desfile se inició este año con el sentido homenaje a las víctimas del avión de Malaysia Airlines. El barco, con unos cincuenta militantes antisida a bordo vestidos de blanco, portaba un enorme lazo rojo hecho con flores en recuerdo a los seis especialistas en la lucha contra el sida que fallecieron en el derribo del MH17. “Nuestro trabajo continúa, podemos vencer el sida”, se podía leer en algunos de los carteles.

La capital holandesa fue, del 26 de julio al 3 de agosto, escenario de una programación diversa; conciertos, seminarios, torneos deportivos y exposiciones. Finalmente, el sábado, se dio paso al tradicional desfile de unos 80 botes especialmente preparados y acicalados para la ocasión. Parada que atrajo una vez más el interés de propios y extraños. Miles de espectadores se ubicaron a lo largo del recorrido para disfrutar de la frenética música electrónica y de los barcos alegóricos que representaban a instituciones diversas del país, desde un bote municipal con el alcalde de Amsterdam a la cabeza, hasta las embarcaciones de diversos partidos políticos y de personajes conocidos del mundo del espectáculo. Este año destacó la participación por primera vez de un barco con representación marroquí, con jóvenes que llevaban chilabas rosas.

La decimonovena edición del desfile por los canales se vio interrumpida por una aislada pero intensa lluvia, en medio de un día soleado, que aportó un tono especial al ambiente festivo. Muchos no dejaron de bailar alegremente bajo la lluvia mientras otros buscaban como guarecerse del tremendo chaparrón veraniego.

...el respeto a la diferencia es una condición básica de la sociedad holandesa

Amsterdam se ha convertido en los últimos años en pilar importante en la lucha por la igualdad y la no discriminación del colectivo LGBT (siglas internacionales que refieren a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Además es reconocida como una de las ciudades más liberales del viejo continente, por su imagen abierta, liberal y tolerante. Pero a juicio de muchos la tarea continuará para frenar brotes de agresiones de carácter homófobo que aún existen. En esta lucha la consigna es clara y conjunta: el respeto a la diferencia es una condición básica de la sociedad holandesa. Si no hay tolerancia y respeto por los ciudadanos, cualquiera sea su raza, credo u orientación sexual es simplemente imposible la buena convivencia en sociedad.

La homosexualidad sigue siendo delito en muchos países, aunque no hay datos exactos, se considera que en 76 países esta penalizado y en algunos casos esta sentenciado con pena de muerte. 

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