Repercusión mediática han causado en la prensa europea los acontecimientos en torno a la incursión de Greenpeace de forma "ilegal, inconsulta y premeditada" en las Líneas de Nazca, para alzar su mensaje ambientalista. Hecho que fue censurado rotundamente por del gobierno peruano. La noticia circula internacionalmente y las autoridades exigen castigo para quienes han causado “daños irreparables” en una zona considerada patrimonio cultural de la humanidad.

Pero esta actitud gubernamental deja sorprendidos a propios y extraños teniendo en cuenta que ya hace bastante tiempo este valioso monumento viene siendo blanco de estropicios de diversa índole ante la mirada indiferente de todas las autoridades. Esta vez, el infractor es un conocido organismo internacional y el rechazo no se ha hecho esperar ni la puesta en marcha de las investigaciones pertinentes para determinar los perjuicios. La indignación es generalizada. Se habla incluso de penas de hasta 8 años de cárcel para los 12 activistas que participaron en la acción. Aquí no cuenta para nada la trayectoria de un organismo internacional que lleva décadas luchando efectivamente por el planeta.

La prensa europea se ha hecho eco de este asunto pero si siguen investigando podrían dar también con los “daños irreparables” causados por Rallies que no respetaron zonas arqueológicas, invasiones de una parte de la zona y hasta actividades de minería clandestina. Ante estos asuntos no ha habido y seguro no habrá pronunciación del gobierno. 

Pero que fácil es ahora salir en los medios y hablar de falta de respeto. Seguro hubo insensatez e irresponsabilidad en la acción de Greenpeace pero de que forma se puede calificar a un gobierno que no gobierna y que no hace lo mínimamente necesario para proteger sus valores históricos.

La noticia fue difundida en diversos países y especialmente en Holanda donde fue uno de los temas centrales de la jornada, teniendo en cuenta que la sede principal de Greenpeace se encuentra en Ámsterdam. Mientras voceros de esta organización han reconocido su error y han pedido disculpas al más alto nivel, las declaraciones del Vice ministro de Cultura son categóricas, y quizás pretenden ser "ejemplarizantes" al rechazar tales disculpas.

Lo único que nos queda por desear después de todo este embrollo es que por fin se llegue a tomar las medidas necesarias para salvaguardar de una vez por todas las ancestrales Líneas de Nazca, no sólo por ser un reconocido patrimonio cultural de la humanidad sino por ser un incalculable legado de la nación y de todos los peruanos.